domingo, 16 de septiembre de 2012

Una sonrisa oculta mil palabras.

Nada ha funcionado como planeaste, como querías que fuese. NADA.
Comenzaste una etapa nueva, totalmente distinta a la que anteriormente habías vivido con la seguridad que todo iría bien, que a partir de ese momento todo iba a mejorar.
Poco a poco te has ido alejando de lo que te gusta, de lo que realmente te hace sentir única, de las metas que siempre has querido conseguir, del optimismo que siempre te ha caracterizado, de tus amigos, de tu familia, de esa sonrisa que siempre se podía encontrar en tu cara....
Aquellos nuevos propósitos que te hiciste no los has cumplido. Tu fuerza de voluntad se va debilitando cada vez más y más. "¿Para qué seguir intentándolo?" es la frase que más se repite en tu mente.
Cuando a lo largo del tiempo vas en busca de algo y por mucho que lo intentes no lo consigues, te planteas en dejar de seguir luchando y mandarlo todo a la mierda.

Llegas a pensar que tu vida siempre será así, como la que tienes ahora y solo consigues deprimirte más.

Pero solo te queda soltar una sonrisa y seguir hacia delante, aunque realmente no te sientas con las fuerzas necesarias para hacerlo.
"La peor tristeza se oculta tras la más hermosa sonrisa."




"Que pase lo que tenga que pasar"- te dices a ti misma intentando consolarte. Realmente no quieres que pase lo que tenga que pasar porque sabes (o al menos intuyes) que no va a ser muy diferente a tu vida actual, no muy diferente a los complejos que puedas encontrarte, no muy diferente a la soledad con la que te encuentras cada noche, a la impotencia de querer y no poder.





No hay comentarios:

Publicar un comentario